Es fome darse cuenta de que a veces uno está diciendo cosas y por otra parte actuando inconsecuentemente.
Escucho bien seguido quejas de varias personas cuando ven a alguien pidiendo plata en la calle, o cantando en la micro, o malabareando en un semáforo, alegando que deberían estar trabajando en vez de estar pidiendo, que si es por eso cualquiera deja el trabajo y se pone a pedir, y visto desde ese punto de vista tienen razón, pero claro, uno nunca sabe por qué esa persona está haciendo lo que está haciendo, y dudo que se pueda generalizar en este tipo de situaciones. A mí se me ablanda súper fácil el corazón con la señora pidiendo plata con la guagua en brazos o el ciego sentado en una banca moviendo un vasito plástico con unas monedas de 10 dentro, pero no me cuesta tanto (ahora un poco más) pasar al lado de los vendedores de parches, dulces o vitaminas sin siquiera pescarlos; el caso es que estas personas están trabajando, y por más que encontremos inservibles las cosas que están vendiendo, al final son $100 que obviamente no sobran, pero en algunos casos no sería tan terrible no tener. Ahora pienso un poco más antes de sacar las monedas "porque sí", y si veo a un vendedor y a alguien con la mano estirada, lo más probable es que prefiera llegar a la casa con un calendario de ositos.
No supe redactar esta idea, pero me está dando vueltas hace un par de meses.
Una moneda por favor
Etiquetas: es lo que haypor A Lejandra en 16:52
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario